nacer_desglose_ilustComprensión, el gran problema. Abre las puertas del espíritu a la luz del amor para que el amor te ayude a entender el lenguaje de la vida. Te sensibilizas con el enfermo necesitado y promueves para él el socorro de emergencia; reflexione, sin embargo, en aquellos compañeros favorecidos por finanzas y prestigio que encuentran la muerte del cuerpo, bajo el peso de los compromisos asumidos, especialmente en colapsos cardíacos o en estafas profundas, sin oportunidad de recibir cualquier medicación. Te enterneces con la historia triste de criaturas sufrientes y sabes descubrir para ellas las fuentes de la consolación y de la esperanza; considere, no obstante, las que agonizan lentamente en el propio hogar, despreciadas por los seres que más aman, ocultando las aflicciones que les desgastan la vida, de modo de no herirlos. Sufres con los padres que perdieron la presencia de hijos queridos, en las cenizas de la muerte y consigues improvisar recursos, a fin de consolarles; medita, con todo, en aquellos otros que se vieron apartados de hijos igualmente amados que les cambiaron el afecto por las aventuras de la delincuencia. Lamentas la penuria de los hermanos en aflictivas necesidades materiales y buscas apoyo que las alivie; entretanto, piensas también en los compañeros cargados de problemas que ocultan sus propios dolores para no perturbar existencias ajenas. Todos pasan en la Tierra, soportando el madero de las tribulaciones que se hacen indispensables para su perfeccionamiento espiritual. Ama y auxilia sin distinción. No desprecies a los que caminan en los andrajos de las grandes pruebas y no censures a los que siguen en el carro de la fortuna aparente. En cualquier parte, todos nosotros somos hijos de Dios.

Francisco Candido Xavier.

Espiritu de Memei

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